Por: Milton Colmenares
Movimiento Ciudadano vive su peor crisis desde que en 2012 llegó al poder de la mano de Ramón Guerrero ‘El Mochilas’, y queda comprobado cada vez más, en los eventos multitudinarios que realizan las cabecillas de este partido.
El último episodio de esta disputa interna se dio este lunes en el segundo informe legislativo de Luis Ernesto Munguía González, diputado federal del V distrito.
Esta celebración llevó, literal, en unidades de transporte público, casi 500 personas al Salón César en el Pitillal, para apreciar espectáculos, por llamarlos de alguna manera, que serían del mismo nivel que el acto estelar, paupérrimos
Dejando de lado las 2 horas de espera que los asistentes, en su mayoría de Ixtapa, tuvieron que sufrir, y la hora que escucharon al diputado, el evento lució desangelado.
El calor, el sitio alejado y la falta de organización, hicieron de esta verbena un acto que bien podría tacharse de ‘populachero’.
Además de la evidente ausencia del alcalde, Arturo Dávalos Peña, y el dirigente municipal del partido, Gustavo Fong Patiño, se podía sentir en el ambiente la manera combativa en que los 2 diputados se han manejado últimamente.
Un Luis Munguía ‘desatado’ en su discurso y un Ramón Guerrero que, parece, “tiene la sangre aún más caliente”.
Del informe hay poco que decir. Casi 40 minutos, de los 60 que usó Luis Munguía con micrófono, fueron para detallar todas las “bondades” que representa ser un diputado ciudadano. Habló sobre los privilegios negados, el dinero no aceptado, los votos en contra a las reformas y demás cosas que mencionó en su primer informe.
El nutriente del discurso, la materia prima, fue escaza. 2 proyectos relevantes y poco más. Se adjudicó el diputado la gestión de los recursos que se usaron para rehabilitar la calle Viena en Versalles y el proyecto de vialidad que irá hasta el ejido de ‘El Jorullo’.
El escenario fue montado para un mitin, el informe era el pretexto perfecto. Una vez más, estos 2 ‘radicales’ del partido naranja se encargaron de dejar claro que ellos quieren y no pretenden que nadie más quiera.
Llamó la atención la postura del joven diputado, quien, a pesar de ser un discípulo de ‘El Mochilas’, nunca había destacado por sus discursos incendiarios. La noche de este lunes, se transformó por completo y hasta se dio el lujo de amenazar al municipio si le cambiaban sus proyectos del ejido antes mencionado.
“No nos vamos a dejar. No vamos a dejar el recurso para que obras públicas cambie los planos, no los vamos a dejar hacer lo que quieran”, dijo exaltado Munguía González.
Dicen los que saben de política que más que fondo, se necesitan buenas formas; Luis Munguía no es el mejor con el micrófono y ayer lo demostró. Entre titubeos, tartamudeos y analogías malogradas, mostró, por primera vez en eventos compartidos, algo de carácter.
Sin embargo, tanto esfuerzo del legislador no fue suficiente para una parte de los ‘acarreados’ que, al tener más de 3 horas sentados en el intenso calor, decidieron abandonar el salón antes de que culminara el evento.
Si hubiera que adjetivar el evento político, cabría decir que fue “decepcionante”, no obstante, hasta de las malas experiencias se saca provecho y que no le quede duda que estos “correteados” políticos sabrán sacar jugo de las piedras de este performance.
Así se las gasta el partido naranja; tienen la posibilidad de ganar el 2018 con la mano en la cintura y prefieren pelearse por el dulce que, dicho sea de paso, uno ya lo probó y el otro lo tiene en la boca.