A decir de los tortilleros, no se pueden comparar, ni en precio ni en calidad de su producto con el que se vende en los centros comerciales
Luego de la clausura de por lo menos 3 tortillerías en Puerto Vallarta por sus elevados precios al público, los tortilleros alzaron la voz y dijeron que no hay sustento legal para establecer un precio fijo, pues desde 1998 éste fue liberado en el país.
Tras la intentona de paro generalizado por parte de los proveedores de este alimento, se detuvo la clausura en serie que se tenía programada, sin embargo, hay posibilidades de parar la producción si este jueves siguen los cierres de la dependencia federal.
Sin regulación
Fue en el año 1998 cuando se decidió liberar el precio de la tortilla en todo el país y, aunque no significa que haya libertinaje en cuanto a los montos a pagar por kilogramo, sí existe cierta flexibilidad por no contar con regulación gubernamental.
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La tortilla no tiene un tope implementado por la Procuraduría Federal del Consumidor, no obstante, sí existen límites de precio y fue por este motivo que se dieron las clausuras.
Según un productor, que pidió anonimato, las autoridades saben que el precio es uniforme en todo el municipio y que no tienen el sustento para decir que se clausuró tal establecimiento porque no existe un precio máximo fijo.
“Nomas llegaron y cerraron, fueron 2 al principio y luego otro, según porque damos muy caro pero no tenemos un límite establecido. El maíz acaba de subir a 500, la luz también subió y hasta las máquinas nuevas cuestan mucho, por eso estamos enojados”, dijo el afectado.
Según él, el precio de la tortilla ronda entre los 17 pesos y los 20 dependiendo la zona del municipio y dijo que no se pueden comparar, ni en precio ni en calidad, con las tortillas que venden en los centros comerciales, pues el método de preparación y los ingredientes no son los mismos.