Durante los meses de marzo a julio, las hembras se mantienen al cuidado de sus nidos, por lo tanto, se se tornan agresivas; llaman a no cercarse a menos de 10 metros
Desde diciembre hasta julio es la temporada de apareamiento del cocodrilo, meses en los que los machos se vuelven territoriales y buscan reproducirse, sin embargo, de marzo a julio, las hembras se vuelven agresivas en el cuidado de los nidos y, por ello, especialistas dieron recomendaciones para evitar sucesos lamentables.
El biólogo Jaime Torres, director del Estero El Salado, sitio donde abundan estos reptiles, conminó a la ciudadanía a extremar las precauciones, puesto que, aunque los cocodrilos no nos ven como una presa prioritaria, el riesgo de ataques se incrementa considerablemente.
Estos meses sirven para anidar y las hembras cuidan las 24 horas estos nidos y cuando las crías nacen, se vuelven todavía más protectoras.
Si usted ve una cría de cocodrilo por favor no intenten capturarlas porque ahí está la madre también.
Los sitios donde se tienen identificados nidos de cocodrilo son los campos de golf, el propio estero el salado y la zona de Boca de Tomates. Este último lugar es el que genera mayor peligro, pues es área comercial y los contactos podrían darse con facilidad.
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Hizo énfasis en que el riesgo es en los esteros y no en el mar y que si se identifica algún cocodrilo entre las olas, solo hay que esperar a que se vaya, ya que no son de agua salada y solo lo utilizan como vía de transporte para pasar de un cuerpo de agua dulce, a otro.
El cocodrilo es una especie sumamente veloz, tanto en tierra como en agua, por lo que la distancia mínima entre un reptil y una persona debe ser de 10 metros, aunque la recomendación en esta temporada es alejarse más.
Finalmente, llamó a la ciudadanía a la prudencia y a quitarse los estigmas que existen contra este animal que, si bien es cierto podría fácilmente acabar con la vida de cualquier persona, no es su prioridad y mientras no sean molestados, no ocasionarán problema alguno.
