En horas de entrada y salida se generan largas filas de vehículos y congestionamiento vial que afecta a cientos de personas, sobre todo aquellas que viajan en transporte público
De lunes a viernes, entre 7 y 8 de la mañana y 2 a 4 de la tarde, transitar por la calle Abasolo, en el corazón de la delegación del Pitillal, es un auténtico ‘martirio’, pues las precarias instalaciones del colegio Jefferson impiden el libre tránsito y de los elementos de vialidad municipal no se sabe nada.
No es la primera vez, y seguramente tampoco será la última, en que se reporta al colegio en mención, pues saturan una de las calles principales de la delegación más poblada y transitada del municipio.
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El problema se desarrolla a la hora de entrada y a la hora de salida de los infantes. El colegio tiene un espacio de aproximadamente 12 metros de frente que, en teoría, funciona para que los padres lleguen con el vehículo y bajen o suban a los menores en cuestión de segundos, sin afectar la vialidad.
Sin embargo, la práctica es totalmente diferente. El espacio destinado para esa acción está ocupado en el 100% de los casos y los padres de familia se detienen en segunda fila, impidiendo que otro vehículo pase y, peor aún, un camión.
Esta problemática es ampliamente conocida por las autoridades y en ningún momento se ve a elementos de tránsito impidiendo este bloqueo que puede ser de hasta 25 minutos para recorrer un par de cuadras.
Así que si usted está pensando ir a Pitillal durante las horas pico, mejor hágalo caminando o evite esa calle, porque se va a encontrar con un tráfico de gran ciudad por la pasividad de las autoridades para poner orden con el Jefferson.

