En la XXI edición de un evento que cada dos años cubre de colores los adoquines de la plaza más célebre de Bélgica, México es el país invitado
La plaza central de Bruselas se tapiza con los colores y la cultura mexicana desde el 16 al 19 de agosto en ocasión de la 21 edición de su Alfombra Floral, que tiene a México como invitado de honor.
La artista mexicana Roo (Ana Rosa Aguilar Aguado, su nombre real), de 30 años, firma el diseño del tradicional evento bienal belga, considerado por ella como el “mayor sueño de todo alfombrista”.
Para mí, estar aquí como diseñadora de la alfombra es un sueño hecho realidad”, afirmó Roo en entrevista con Notimex, quien forma parte del grupo La Octava Noche de Uriangato, que lleva en el currículo más de 30 alfombras en México y participaciones en eventos internacionales en España, Japón y otros países.
Es mucha emoción para mí estar aquí”, añadió, recordando que la Grand Place, Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde hace 20 años, es reconocida como una de las más bellas del mundo.
Un nutrido público acompañó desde primeras horas de este jueves el montaje de la alfombra, un conjunto de corteza, pasto y 500 mil begonias y dalias dispuestas cuidadosamente sobre 1.8 mil metros cuadrados.
Para transponer el sueño de Roo a los adoquines de la Grand Place fueron necesarias nueve horas de trabajo, de las 03:00 hora local hasta el medio día, cuando el público pudo conocer la obra.
Los más de 100 voluntarios que compusieron el dibujo, muchos de ellos viajaron desde el estado mexicano de Guanajuato, siguieron las líneas trazadas a mano sobre una grande carpa de plástico que recubre el suelo.
Un trabajo monumental realizado por Mark Schautteet, diseñador belga a cargo del evento, responsable de transponer el diseño de Roo a escala real.
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Schautteet asegura que se trata del diseño más complejo realizado desde la creación del evento, en 1971, “debido a la gran cantidad de detalles”.
El pájaro del centro del diseño fue lo más difícil para mí. Pero me gustó mucho el resultado, sobretodo por los colores”, dijo a Notimex.
Roo buscó inspiración en las tradiciones locales de su región natal y reunió símbolos de México y de las culturas otomí, purépecha y chupícuaro, que tuvieron su cuna en Guanajuato.

