La Organización Mundial de la Salud dijo que ‘debe priorizarse el uso de cubrebocas quirúrgicos a los médicos, que están como barrera de contención’.
La OMS negó que los cubrebocas sean “la solución milagro” para frenar la pandemia de COVID-19 y su uso generalizado entre la población solo se justifica cuando el acceso al agua para lavarse las manos sea limitado o resulte difícil mantener la distancia física.
“No hay respuesta binaria, ni solución milagro. Las mascarillas solas no pueden frenar la pandemia de COVID-19”, subrayó el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una conferencia de prensa telemática desde Ginebra este lunes.
Aseguró que “se debe dar prioridad al uso de mascarillas por parte de trabajadores sanitarios, que están en la línea de frente” para combatir la pandemia.
Tedros subrayó que hay escasez global de mascarillas y que “podría empeorar para la gente que más las necesita por su uso masivo por parte de la población general”, por lo que en algunos países “los trabajadores sanitarios están corriendo peligro real”.
El debate en torno a las mascarillas se ha reavivado por el hecho de que en países donde este artículo era ampliamente utilizado incluso antes de la actual pandemia, como China, Japón o Corea del Sur, el número de contagios relativos ha sido menor que en regiones posteriormente afectadas por el COVID-19, como Europa o Estados Unidos.
“Con máscara o sin ella, hay otras cosas que han demostrado que nos pueden proteger: mantener distancia con otros, lavarse las manos, toser o estornudar en el hueco del codo y evitar tocarse la cara”, concluyó.