En ninguna cárcel o penal mexicano hay casos reportados; son más de 17 mil personas recluidas distribuidas en todo el país.
El Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, encargado de los penales federales del país, no reporta al momento ningún caso de COVID-19 entre los 17 mil 119 presos que tiene a su cargo.
José Ángel Ávila Pérez, titular del Órgano Desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), aseguró que implementaron controles de detección de posible sintomatología entre la población penitenciaria, personal y visitantes en las áreas de acceso de los centros de reclusión, tras la declaratoria de emergencia por el nuevo coronavirus que ha dejado al momento más de 400 muertos.
Entre las acciones específicas llevadas a cabo, el funcionario señaló que se reubicaron a los presos mayores de 60 años, a otras áreas con adecuado nivel de aislamiento sanitario, y detectaron a la población penitenciaria con enfermedades de riesgo, para su atención y prevención.
Ávila Pérez indicó que las visitas de familiares, defensores e íntimas se redujeron en un 30%, pues antes de la contingencia se tenía un registro de visita semanal de tres mil 099 personas y ahora es de dos mil 247, sin violentar sus derechos humanos.
El funcionario afirmó que la visita familiar se realiza sin que tengan contacto físico con la persona privada de su libertad, a fin de evitar posibles contagios, mientras que la visita íntima se suspendió.
Además, dijo, se autorizó semanalmente una llamada telefónica por cada preso con sus familiares.
Por el momento, el funcionario recalcó que ha tomado las medidas preventivas desde que la Secretaria Salud determinó la primera fase de la emergencia, en los Centros Federales de Readaptación Social, a fin de evitar el contagio del COVID-19, entre las personas privadas de su libertad, personal penitenciario y visitas.
