De acuerdo a un estudio nacional, Chiapas es el estado donde más Coca-Cola se bebe; López-Gatell pide eliminar estos productos de la dieta diaria.
Hugo López-Gatell Ramírez, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, señaló este día que para conservar la salud de los mexicanos, quienes hoy enfrentan la pandemia de la COVID-19, es necesario dejar fuera de la alimentación los refrescos y otros productos industrializados.
“¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental? Las botellas llegan a ríos y luego al mar”, dijo durante el arranque de la estrategia de intervención local de salud comunitaria en Chiapas.
“La obesidad, la diabetes y la hipertensión son las enfermedades silenciosas que nos pueden llevar a grandes complicaciones. Quien tenga diabetes debe cuidarse todos los días, y no sólo con medicamentos. No sólo es ir al centro de salud y que me receten, y que me salga yo de ahí con medicinas; no, qué comemos, cuánta sal le ponemos a los alimentos, basta ya de la sal. Los alimentos ya traen sal. Cuánta azúcar traen las bebidas…”, expuso López-Gatell Ramírez frente a Zoé Robledo Aburto, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“La salud que tiene México sería distinta si nos hubiéramos dejado engañar por los estilos de vida que vienen de la televisión y se escuchan en la radio como si fuera la felicidad. Les llaman juegos a los que están embotellados, pero no son jugos. Es pintura con azúcar”, agregó el funcionario.
Cada vez que una persona adulta bebe cuatro botellas de 600 mililitros de este refresco, está ingiriendo una cantidad que equivale a 50 cucharadas cafeteras de azúcar de cinco gramos cada una, es decir, consume más del 500 por ciento de la ingesta diaria de azúcares recomendada, de acuerdo con estimaciones de la organización civil, El Poder del Consumidor.
El dato
Chiapas es la región del mundo donde más se consume Coca-Cola. En promedio, cada persona de la entidad bebe 821.25 litros por año, reportó en 2019 un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR). Esta situación se relaciona con la alta prevalencia de diabetes mellitus en la región, que en la última década ha sido la principal causa de muerte.