El partido Movimiento Ciudadano ya tiene registros oficiales; los mismos de siempre, queriendo perpetrarse en el poder.
El hambre de poder de los políticos vallartenses y la imperante necesidad de perpetrarse en las sillas más altas volvió a manifestarse y ya hay registros oficiales de aspirantes a cargos de elección popular, aunque no serán caras nuevas, sino las mismas de siempre.
Este martes se oficializó que Movimiento Ciudadano en Puerto Vallarta está más fracturado que nunca y que sus líderes políticos quieren asegurar sus cargos a como dé lugar.
Primero, temprano en la mañana, se dio a conocer que Luis Ernesto Munguía González, diputado local por el V distrito y aspirante a la alcaldía de Puerto Vallarta, se registró como aspirante a la candidatura, pero para la diputación federal. Es decir, se bajó del barco por la presidencia, a pesar de que su grupo ya decía abiertamente que sería el próximo alcalde.
Munguía González, quien ya fue diputado federal del 2015 al 2018, era el elegido del gobernador en Puerto Vallarta para continuar gobernando, pero las instrucciones del IEPC con respecto a la paridad de género y la desgastada imagen del legislador, hicieron que su proyecto terminara por derrumbarse.
Además de Munguía, los otros 2 que se registraron para el mismo cargo de elección popular son Rosalío Villaseñor Álvarez, funcionario estatal y Miguel Ángel Maldonado Arenas.
Por otro lado, el actual alcalde de Puerto Vallarta, Arturo Dávalos Peña, se registró como aspirante a la diputación local, luego de 2 periodos como presidente municipal.
Dávalos Peña ya inició su campaña y durante todo el 2020 ha desviado la atención de su trabajo en Puerto Vallarta para hacer reuniones en los diferentes municipios del distrito V.
De su mismo grupo, y con toda la intención de mantener el control de la ciudad desde la diputación local, se registraron como aspirantes a la candidatura por la alcaldía su ‘delfín’ Diego Franco Jiménez, personaje político de Guadalajara que llegó a Puerto Vallarta hace menos de 10 años y que fue el relevo de Víctor Bernal.
Con Diego Franco se ha invertido tiempo y dinero municipal. Fue la imagen, durante meses, que más se compartió desde la maquinaria del gobierno y es el elegido de Dávalos.
Sin embargo, la paridad de género obligó al partido a registrar a una mujer que debería ser, en caso de que así lo determinen las autoridades electorales, candidata en Vallarta y la elegida fue la gris y poco productiva regidora Guadalupe Guerrero.
‘Lupita’, como le dicen todos, es actualmente regidora en Puerto Vallarta, presidenta de la comisión de turismo en el cabildo y fue, de última hora, la elegida dentro el muy limitado grupo de mujeres emecistas para abanderar el proyecto de Dávalos, en caso de que Franco Jiménez no pueda ser candidato.
El movimiento de las piezas, a conveniencia de unos cuantos y en perjuicio de más de 300 mil vallartenses muestra que nuestros políticos tienen un hambre de poder y ganas de perpetuarse en las altas esferas de la política local y muy poco les interesan lo que los vallartenses necesitan.