Debido a que 23 de 38 diputados se separaron del cargo para buscar otro «hueso», el Congreso recibirá a 22 legisladores suplentes que, sin cumplir requisitos de ley, podrían irse de vacaciones dos semanas.

Aunque falta el aval del Pleno, la Junta de Coordinación Política del Legislativo aprobó ayer establecer como periodo inhábil del 29 de marzo al 9 de abril, es decir, Semana Santa y Pascua, por lo que esos días se suspenderían actividades laborales en el Congreso.

La Ley para los Servidores Públicos del Estado y sus Municipios establece que sólo tienen derecho a vacaciones los funcionarios que cuenten con seis meses consecutivos laborando, requisito que no estarían cumpliendo los 22 legisladores suplentes que, a más tardar el 7 de marzo entrarán en funciones.

El secretario general del Congreso, Salvador Rodríguez, explicó que las dos semanas que se establecerían como periodo inhábil, legalmente no se consideran vacaciones, por lo que los legisladores que lo deseen podrán descansar o, si lo prefieren, realizar actividades laborales.

«Días inhábiles no son días de descanso, son días que queda inhabilitado para efectos legales el Congreso, ya dependerá de ellos (los legisladores) si tienen alguna actividad, yo ya no sé», indicó el funcionario.

«Hay que recordar que la ley establece que, como única obligación (de un diputado) es acudir a las sesiones y a las Comisiones (…), teóricamente no (deberían trabajar), como son días inhábiles va a estar cerrado aquí en el Congreso», añadió.