El gobernador se pronunció de inmediato por los hechos violentos de Mazamitla, pero cuando Vallarta vivió momentos tensos, decidió callar.
Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, se pronunció de inmediato por los hechos delictivos registrados durante la tarde de este domingo en Mazamitla.
A través de sus redes sociales, el mandatario estuvo actualizando información sobre lo que se vivía en aquel pueblo mágico, sin despegar su atención por lo ocurrido.
Sin embargo, esta actitud del gobernador es sustancialmente diferente a la que tuvo cuando Puerto Vallarta vivió momentos tensos, apenas la semana pasada y hace 2.
En esta ciudad, se vivió un tiroteo en el que perdió la vida un presunto líder del CJNG; una semana después, 2 elementos de la Guardia Nacional fueron levantadas y llegaron casi mil elementos del ejército para cuidar a la ciudadanía.
En ninguno de los 2 casos, el gobernador dio una postura, ni un informe, ni se mostró atento y solo se limitó a decir que ‘tendría que ser el ejército el que diera la información y no él’.
¿Por qué en otros municipios si hay gobernador y cuando se trata de Vallarta no?