El 22 de marzo, aproximadamente a las 11 de la mañana, se reportó a las oficinas de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) el robo de 4 contenedores de material radiactivo, lo que puede suponer un alto riesgo para la salud de las personas.
Si la fuente radiactiva es extraída de su contenedor, se manipula o se tiene contacto directo con la misma durante unos minutos o a horas, puede provocar lesiones permanentes.
En caso de que las personas permanezcan horas a días en contacto directo con la fuente, los efectos pueden ser mortales. Se robaron 4 contenedores de radiografía industrial.
