Dos de las vías más concurridas de Puerto Vallarta, como lo son la Francisco Villa y Fluvial, tienen un problema en común además del lugar en el que se encuentran: sus bocas de tormenta, diseñadas especialmente para que no haya inundaciones, están tapadas por la basura.
Las lluvias constantes arrastran las envolturas y residuos que deja la gente en las esquinas y que no se recogen si no pasa el camión, aunque también hay personas que no la tiran a tiempo y, al ver que el camión ya se les fue, deciden tirarla en la calle.

Si no hubiera bocas de tormenta tapadas, quizá no habría tantas inundaciones en Puerto Vallarta. Se trata de tener conciencia y no dejar todo al Gobierno Municipal, pues también nos corresponde a nosotros como ciudadanos este tema.
Vallarta depende de muchos arroyos que bajan de la parte alta del Pitillal y del cerro, mismos que incrementan su cantidad de agua cuando hay lluvias. Si los vallartenses y los turistas siguen dejando basura tirada en las vías públicas, van a seguir ocasionando inundaciones y casas perjudicadas por la cantidad de líquido que ingresa en ellas.
Hay que apoyar también como ciudadanos y hacernos responsables de nuestra basura.