Los afectados por el huracán Otis ya están desesperados. La ayuda sigue sin llegar y el Gobierno ha mostrado poca capacidad de respuesta para atender las necesidades de las personas perjudicadas por este fenómeno natural.

Una prueba de ello es la escena que se vivió en Acapulco, donde un grupo de niños fueron fotografiados entre aquellos que se acomodaron junto a un tanque de agua subterráneo bajo un sol extenuante para poder hidratarse, lavar su ropa y bañarse.

“Necesitamos agua, comida, todo. No tenemos nada”, suplican. Y es que se desplegaron unidades médicas móviles para atender a los heridos y las fuerzas militares prestaron ayuda limpiando calles y repartiendo víveres, pero la ayuda no llegó a todas las zonas y algunos siguen heridos, sin alimento y sin techo.

La situación en Guerrero sigue siendo complicada tras el paso del huracán Otis. Los ciudadanos que han intentado comprar gasolina se han visto alejados por militares debido a presuntos saqueos y a la gente no le ponen atención.

“Si la gente no hubiera hecho la rapiña necesaria, nos estaríamos muriendo de hambre”, lamenta un ciudadano,

“Nos está llevando la chi… en Acapulco. Nadie se está metiendo. Hay niños enfermos, no hay pañales, no hay leche, tampoco víveres”, reclama otro.

“Venimos a comprar gasolina, no a robarla, y miren lo que hacen los policías… ellos se la están llevando”, indican.

Sr. Presidente: hable menos y haga más… Las personas piden su presencia y las autoridades no están pudiendo con todos.