En medio de su campaña electoral rumbo a la alcaldía de Puerto Vallarta, María de Jesús López Delgado, conocida como Chuyita López y abanderada por el partido Morena, reiteró su compromiso de erradicar la corrupción en la administración pública local. Esta declaración tuvo lugar durante un encuentro con maestros jubilados pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Durante su intervención, la candidata no escatimó en críticas hacia sus contrincantes políticos, haciendo especial énfasis en el candidato de Movimiento Ciudadano (MC), al que exhortó a los presentes a ‘no dejarse engañar por aquellos que estuvieron nueve años en el poder y no hicieron nada’.
Sin embargo, las promesas de López no están exentas de escepticismo por parte de la ciudadanía, especialmente considerando que su esposo, Luis Michel Rodríguez, actual alcalde con licencia de Puerto Vallarta y también miembro de Morena, anteriormente había asumido un compromiso similar que no logró concretarse y cuya gestión ha estado plagada de escándalos políticos, sobre todo en temas de corrupción.
Cabe mencionar que la administración del alcalde Luis Michel estuvo plagada de irregularidades y escándalos, como múltiples indagatorias en su contra por presuntos actos de corrupción.
Existen al menos cinco investigaciones de la Fiscalía Especializada en materia de Combate a la Corrupción contra Michel por delitos como el uso ilícito de atribuciones y facultades y peculado, según lo revela la carpeta de investigación FED/FEMCC/FEMCC-JAL/0000036/2024.
Además, sigue pendiente todo el tema de las ‘Pipas satélite’, propiedad de la familia Michel, el cual también involucra a la jefa de proveeduría, Rosalba Paola Torres Medina, quien ha cometido desacato y no se ha presentado ante los regidores, al parecer amparada por Luis Michel.
En abril de este año, el regidor Paco Sánchez denunció tanto a Luis Michel como al alcalde interino José Martínez por la multa federal millonaria que hay en el Ayuntamiento por permitir la colocación de puestos ambulantes en la Plaza de Armas, lo que llevó a que el consumo de electricidad aumentara considerablemente y que la Comisión Federal de Electricidad multara al gobierno de Puerto Vallarta.