Héctor Santana peca de exceso de confianza y le deja la mesa puesta a Jaime Cuevas para la alcaldía de Bahía de Banderas.
Héctor Santana ya se sentía despachando en la oficina de la presidencia municipal, su arrogancia y exceso de confianza no le permitan ver cómo crecían sus rivales.
El candidato se sentía tranquilo, pensando, que con la marca Morena y con el impulso que siempre trae una elección presidencial, el triunfo estaba garantizado, lo que no contaba era que Jaime Cuevas sería un rival muy fuerte.
Está claro que ya no les salieron las cuentas, pues los números que al principio tenía el equipo de Héctor Santana, incluyendo al gobernador del estado Miguel Ángel Navarro, aseguraban un triunfo aplastante del Morenista, sin embargo, conforme avanzaba la campaña los números se movían diferente.
Jaime Cuevas ha crecido en la preferencia del electorado, ha demostrado que tiene un proyecto sólido y su equipo de campaña ha sabido aprovechar las dolencias de sus contrincantes.
Mientras con los guindas hay pleitos por ver quién se queda dentro de la nómina, entre los del Frente y Corazón por México hay deseos de trabajar por un Bahía de Banderas mejor y desde la trinchera que les toque.
Jaime Cuevas sigue creciendo en cada una de las demarcaciones, donde gana adeptos gracias a su buen discurso, además del trabajo que lo respalda en sus anteriores oportunidades al frente del gobierno municipal.
En las diferentes encuestas de las demarcaciones los ciudadanos independientes confían en Jaime Cuevas y su equipo de regidores. Superando el pronóstico que pintaba todo en tonos guindas.
Este proceso electoral en Bahía de Banderas nos demuestra que el exceso de confianza es malo, que el trabajo día a día es el que da resultados y que al final del plato a la boca se puede caer la sopa.
