En una Asamblea Nacional del PRI, más de tres mil delegados aprobaron la reelección de las dirigencias nacionales y estatales, permitiendo que Alejandro Moreno “Alito” permanezca en el cargo hasta 2032.
En un evento marcado por la controversia, más de tres mil delegados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobaron por unanimidad y a mano alzada la reforma a los estatutos del partido que permitirá la reelección de las dirigencias nacionales y estatales hasta por dos periodos. Este cambio significa que el actual presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, podría extender su liderazgo hasta el año 2032.
La Asamblea Nacional, celebrada en la Ciudad de México, se caracterizó por la ausencia de algunas de las figuras más prominentes del partido que se oponen a la reelección de Moreno. Entre los ausentes se encontraban Manlio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri y Beatriz Paredes.
En respuesta a las protestas generadas por la reforma, Moreno arremetió contra los disidentes, acusándolos de ser “traidores” que han debilitado al PRI durante años. Además, en un acto inusual, señaló públicamente la implicación de militantes priistas en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el candidato presidencial del PRI en 1994.
“Allá afuera, estos que dicen que participaban en el PRI, son una bola de cínicos, lacayos y esquiroles al servicio del Gobierno y sus intereses. Quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el ‘Pemexgate’. Hay militantes vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (Colosio)… y eso le costó al PRI. No vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia”, declaró Moreno.
El líder priista también prometió impulsar un cambio profundo dentro del partido, afirmando que “se acabaron las vacas sagradas y los hampones en el PRI. No más traiciones y no más deslealtades”.
Moreno concluyó su discurso asegurando que el PRI se mantendrá como una oposición firme y clara, y que nunca se someterán al poder.
