La reutilización de adornos patrios en el malecón de Puerto Vallarta refleja la política de austeridad de la administración local, pero deja mucho que desear en términos de impacto visual y atractivo para turistas y locales.
Reciclar, reutilizar y reusar es pensar Verde, ¿Verde? Bueno es pensar en la Austeridad Republicana de los gobiernos guindas, o al menos así lo podría pensar el alcalde interior Francisco José Martínez Gil, quien tomó la decisión de reutilizar los adornos patrios del año pasado en una muestra de las limitaciones de esta administración.
Puerto Vallarta y los vallartenses no tendrán nuevas decoraciones para celebrar las fiestas patrias, serán las mismas de años anteriores las que traerán el nacionalismo al malecón del puerto “más mexicano”.
Estos adornos no emocionan ni a locales ni a turistas para tomarse fotos en el forzado entorno festivo, pero eso sí hace un tímido intento por esconder los montones de escombros de las obras de rehabilitación del malecón, cuyo progreso ha sido notoriamente lento.
Al gobierno morenista encabezado por Francisco José Martínez Gil, no le queda de otra que hacer “oídos sordos” a las críticas, pues los adornos elegidos ya habían sido objeto de burlas porque incluso algunos adornos se parecen a la influencer sinaloense conocida como “la gilbertona” lo cual provocó el año pasado muchos memes en redes sociales
Pero si hay nuevos, poquitos, pero los hay, estos son una pelota, un yoyó, una pirinola y un trompo, estos destacan en el primer cuadro del malecón. Los cuales tampoco logran captar la atención ni de locales ni de turistas.
Vaya forma de echar a perder una oportunidad para revitalizar el malecón y ofrecer una experiencia memorable tanto para quienes viven en Puerto Vallarta como para quienes lo visitan. Nos quedamos con solución económica que, aunque en línea con su política de austeridad, sin emoción, sin festividad y sin ganas de gritar ¡Viva México!
