Los gobiernos de la 4T han prometido implementar una serie de políticas de austeridad, transparencia, buen gobierno y que prioricen la voluntad del pueblo; sin embargo, muchas veces este discurso lo ejecutan a conveniencia, siendo el mayor ejemplo el de revocación de mandato por consulta popular, pues a pesar de las múltiples manifestaciones en contra del gobernador morenista de Sinaloa, Rúben Rocha, Morena y sus aliados siguen respaldándolo. ¿Se cumplirá la voluntad del pueblo de no más reelección o podrán más los intereses personales de los legisladores?
Cuando Andrés Manuel López Obrador consiguió llegar a la presidencia de la república en el 2018, su partido (Morena) y sus aliados autodenominaron a su sexenio “la cuarta transformación”, y de acuerdo a sus mismas palabras, se está “construyendo el segundo piso de la 4T con el mandato de la presidenta Claudia Sheinbuam”.
Todo este movimiento prometía gobernar bajo políticas de austeridad, cero corrupción, total transparencia, no impunidad, priorizando siempre a los más pobres y haciendo valer la voluntad del pueblo.
Evidentemente, muchos de los que se subieron al tren de la 4T y ganaron aprovechándose de la popularidad que tenía AMLO entre la ciudadanía no respetaron estos “principios”, porque el color puede cambiar, pero la persona no.
Una de las iniciativas del ex presidente López Obrador que más eco hizo en el país fue la de la revocación de mandato por consulta popular, lo que permitía que al cierto tiempo de haber empezado a gobernar, se podía quitar al titular del ejecutivo (de los tres niveles de gobierno) si así lo decidía el pueblo.
Hasta la fecha, nadie ha sido destituido a través de este mecanismo, aunque en Sinaloa un sector importante de la población se ha manifestado en contra del gobernador morenista Rúben Rocha Moya debido a la ola de violencia que azota al estado y que no ha podido ser contenida.
Sin embargo, lejos de ser autocríticos y predicar con el ejemplo, Morena optó por proteger a Rocha y respaldarlo, tratando de minimizar lo que está pasando en Sinaloa y no priorizando la voluntad del pueblo.
Ahora que la presidenta Claudia Sheinbaum pretende eliminar la reelección para que ningún político pueda ocupar el mismo cargo de elección popular dos veces, surge la duda de si los Senadores y Diputados (afines a la 4T principalmente) respaldarán la propuesta o la van a vetar para velar por sus propios intereses.
Una encuesta hecha por GST Medios arrojó que aproximadamente el 70% de los participantes apoya el prohibir la reelección, siendo la tendencia más clara entre la ciudadanía que expresa “estar cansada de que sean los mismos de siempre los que se postulen”.
Si la voluntad del pueblo es escuchada y respetada, la reelección no debería de seguir ocurriendo en México, pero falta por ver si los legisladores harán valer uno de los lemas revolucionarios más representativos “sufragio efectivo, no reelección”, o se hacen de oídos sordos.