Tras la propuesta del gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, el Congreso del Estado aprobó entregar en comodato el Estadio de Béisbol “Coloso del Pacífico” a la empresa privada Desarrollos Inmobiliarios Jaguares de Nayarit, S.A. de C.V.
Esta decisión genera desconcierto, pues el inmueble fue construido con recursos públicos por más de 700 millones de pesos e inaugurado apenas en noviembre de 2024.
El argumento del gobernador, señala que el estadio debe consolidarse como un espacio de “pertenencia y orgullo” para las y los nayaritas. Sin embargo, no se explica por qué un recinto que se presentó como obra pública para fortalecer la política deportiva del estado terminó bajo la administración de una entidad privada. Tampoco se precisa si existió un proceso de licitación o convocatoria abierta para seleccionar al comodatario, lo que abre dudas sobre los criterios que llevaron a elegir a esta empresa en particular.
El comodato tendrá una vigencia de cinco años y estipula que los gastos, honorarios, impuestos y derechos generados correrán por cuenta del beneficiario. Pero, más allá de lo administrativo, la pregunta es inevitable: ¿qué beneficios concretos tendrá la población nayarita al ceder un estadio público a intereses privados?
Lo más preocupante es que esta decisión ocurre mientras el propio gobierno reconoce que las finanzas estatales atraviesan una crisis.
