El huracán Priscilla, continúa generando fuertes oleajes y afectaciones en distintas zonas de Puerto Vallarta, principalmente en el malecón, malecón II, Playa Los Muertos y en playa Las Glorias.
El fenómeno se localiza a 415 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo Corrientes, Jalisco, con vientos sostenidos de 155 km/h y un desplazamiento hacia el noroeste a 17 km/h. Aunque su trayectoria apunta hacia Baja California, sus efectos se mantienen presentes en la costa vallartense, donde se han registrado olas que alcanzan entre 3 y 4 metros de altura.
De acuerdo con Protección Civil Jalisco, durante las últimas horas se ha observado salida del oleaje en la zona de Playa Las Glorias, alcanzando hasta un metro de altura y extendiéndose hacia la avenida Francisco Medina Ascencio, desde la zona de la Administración Portuaria Integral (API) hasta la colonia Versalles.
La Comandante de la base Regional de Protección Civil y Bomberos de Puerto Vallarta, Blanca Becerra, informó que hasta el momento no se reportan personas lesionadas, aunque sí daños menores en distintos puntos del litoral. “La parte más afectada es por encharcamientos y desbordamiento de bocas de agua. Las zonas del Malecón I, Malecón II y Las Glorias son las que más han recibido el impacto de las olas”, señaló.
Becerra indicó que se ha solicitado a los propietarios de locales cercanos al malecón desalojar temporalmente sus establecimientos y resguardarse en lugares seguros, ante el riesgo de que las olas continúen incrementando su intensidad durante las próximas horas.
Asimismo, exhortó a la ciudadanía a no acercarse a la franja costera, ya que las olas arrastran piedras y escombros que podrían causar lesiones graves a quienes se encuentren cerca.
Las autoridades municipales mantienen recorridos de vigilancia y apoyo en las zonas afectadas, mientras se monitorea el comportamiento del mar ante el paso del huracán Priscilla, que sigue dejando condiciones peligrosas en toda la bahía.
Protección Civil reiteró el llamado a seguir únicamente la información oficial y acatar las recomendaciones preventivas, con el fin de evitar incidentes mientras persisten los efectos del fenómeno meteorológico.
