A la altura de las instalaciones de Pepsi, sobre la carretera 544, varias bocas de tormenta se encuentran severamente dañadas y una de ellas ya colapsó parcialmente, lo que representa un riesgo. Hasta el momento ninguna autoridad ha atendido la situación.
Estas estructuras, ubicadas en una vialidad con constante circulación de camiones y automóviles, representan un serio peligro para quienes transitan por la zona, ya que podrían caer por completo en cualquier momento.
La situación contrasta con lo declarado recientemente por el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, quien aseguró que se han invertido más de 2 mil 200 millones de pesos en obras de vialidad dentro del municipio.
Aunque el mantenimiento de estas bocas de tormenta no corresponde directamente al gobierno municipal, las autoridades locales sí pueden exigir que se dé prioridad a su reparación.
Se hace un llamado urgente a las instancias responsables para que se tomen medidas antes de que ocurra un accidente.
