El subsecretario de Ingresos, Carlos Gabriel Lerma Cotera, explicó que estos productos son “inelásticos”, por lo que su demanda y consumo se mantiene estable incluso con aumentos de precio. Estudios previos, como el de 2013, mostraron que el consumo apenas cayó menos del 5%, y se espera un comportamiento similar con el nuevo ajuste fiscal. Afirmó que con este impuesto, se prevé recaudar 35 mil millones de pesos adicionales en 2026.
Explicó que las bebidas azucaradas son consideradas “productos inelásticos”, es decir, que su demanda se mantiene estable incluso cuando aumenta su precio. De acuerdo con el funcionario, los estudios realizados tras la aplicación del impuesto en 2013 mostraron que el consumo se redujo menos del 5%, por lo que la Secretaría de Hacienda anticipa una respuesta similar con el nuevo ajuste fiscal.
Lerma Cotera precisó que el impacto económico será mínimo tanto para las grandes industrias como para los pequeños comercios. Señaló que las afectaciones en el empleo serán “poco significativas” y descartó que se registre una pérdida relevante de puestos de trabajo, ya que las tiendas de abarrotes pueden ofrecer productos alternativos que les permitan mantener sus ingresos y equilibrar la capacidad de compra de los consumidores.
La Secretaría de Hacienda reconoció que el nuevo impuesto a las bebidas azucaradas, no generará una reducción sustancial en su consumo. Sin embargo, esta medida aportará 35 mil millones de pesos adicionales al erario público en 2026.
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) pasará de 1.64 a 3.01 pesos por litro y, por primera vez, incluirá a las versiones light y cero, que pagarán 1.5 pesos por litro.