La inocencia o inexperiencia política de Héctor Santana

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La ruta política de Héctor Santana hacia 2027 se vio alterada tras la difusión de un video grabado durante un desayuno celebrado en Compostela, donde el alcalde de Bahía de Banderas pidió a los asistentes no registrar el encuentro, aludiendo a que una grabación podría convertirse en “la única manchita” en su trayectoria. Sus declaraciones, consideradas por varios actores como un acto anticipado de campaña, provocaron cuestionamientos dentro y fuera de Morena.

El encuentro, convocado como una reunión “entre amigos”, se realizó el 22 de noviembre y, más allá del carácter informal sugerido en la invitación, terminó por exponer las intenciones del edil, quien aseguró que “en año y medio” buscará una posición mayor y se describió entre quienes ya están “calientes” rumbo a la contienda por la gubernatura. Incluso afirmó que figura arriba en las “verdaderas encuestas”.
Durante el discurso, Santana hizo referencia a su pasado político y agradeció de manera reiterada al gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero. Reconoció que las candidaturas que ha tenido —incluida la de Bahía de Banderas— han sido posibles por decisión del mandatario estatal, a quien pidió tratar con “mucho respeto”.

Las expresiones del edil reavivaron inconformidades dentro de Morena. El senador Pavel Jarero reaccionó de inmediato y calificó las declaraciones como una confirmación de que Mirtha Villalvazo, quien originalmente había sido considerada para competir por la alcaldía, fue “víctima” de decisiones impuestas desde el gobierno estatal.

Para muchos, lo dicho por el alcalde evidencia un patrón previo, evocando el caso de 2023, cuando el entonces jefe de gabinete de Geraldine Ponce, Alejandro Galván, fue detenido, hecho que detonó en una transmisión en vivo por parte de Ponce lanzando acusaciones de persecución política por parte del gobernador.

A este caso se suma la reciente detención de Isaac Benjamín “El Chakín” y Edgar Iván “N”, tras un reporte por presuntos hechos “que atentaban contra la moral y las buenas costumbres”. Semanas después, la Fiscalía de Nayarit retiró los cargos al reconocer irregularidades en el operativo. La captura ocurrió luego de que el activista se posicionara como una de las voces principales en defensa de la Ciudad de las Artes derribada por el gobernador para construir un estadio de fútbol, por lo que su detención es señalada como posible persecución política, especialmente porque ocurrió justo cuando el tema retomaba fuerza pública.

La controversia pone en entredicho el “caminar limpio” que Santana había presumido hasta ahora, abre un nuevo capítulo de tensiones internas rumbo a la sucesión en Nayarit y deja una interrogante central: ¿se trató de inocencia o de inexperiencia política por parte del edil lo que dio pie a los señalamientos?

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