Hoy se hace alusión a esas mujeres que lucharon alzando la voz por un mundo más justo y equitativo para todas, refrendando el compromiso de seguir luchando por un mundo mejor
Hoy no se celebra a la mujer, hoy se conmemora a quienes han luchado por los derechos de las mujeres.
Al grito de “pan y paz”, fue así como aquel 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en el calendario ruso, utilizado en ese entonces) obreras textiles se manifestaron clamando por la lucha que venían dando los obreros y campesinos de la Rusia revolucionaria, la revuelta se extendió.
El zar cayó y el gobierno provisional concedió el derecho al voto, permitiendo la eliminación del estatus de inferioridad legal de la mujer, entre otros. Logrando así conquistas inéditas para la mujer de aquella época, el resto de Europa asumió esta fecha como el “Día de la Mujer Trabajadora”.
En 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decide institucionalizar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Hoy se hace alusión a esas mujeres que lucharon alzando la voz por un mundo más justo y equitativo para todas, se recuerda que, a pesar de los años y avances en la materia, hoy seguimos clamando “ni una menos”, continuamos exigiendo igualdad jurídica plena, igualdad de oportunidades profesionales con igual salario, luchando por la socialización de las tareas domésticas.
TE RECOMENDAMOS: Solo una mujer buscaría la alcaldía de Puerto Vallarta
Hoy nos sumamos para intentar terminar con la opresión de género, es necesario sacar conclusiones de aquella revolución, retomar sus enseñanzas y organizarnos para conquistar nuestros derechos, porque lo de menos es ser “mujer”.
“Que nada nos limite, que nada nos defina, que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia”, dice Simone Beauvior.