Se prevé que a principios o mediados de la próxima semana a estén instaladas siete aulas portátiles, se desconoce dónde colocarán a los cuatro grupos restantes
Los 360 alumnos de la escuela primaria Manuel López Cotilla cumplen dos semanas de recibir clases a la intemperie, toda vez que el Instituto de Infraestructura Física Educativa del Estado de Jalisco (Infejal) aún no concluyen la instalación de las siete aulas móviles que ocupará igual número de grupos. Los cuatro restantes podrían seguir bajo los árboles o en una sede alterna.
Desde el inicio del periodo escolar, el pasado 20 de agosto, los padres de familia de esta escuela decidieron que sus hijos no ocuparían ya las aulas de esta institución que cuanta ya con más de 50 años de servicio. El motivo, el avanzado estado de descuido y deterioro que presentan las aulas, mismas que consideran un peligro para sus hijos.
Incluso, a efecto de hacer válida su determinación, los paterfamilia solicitaron la realización de un dictamen técnico que determinará el nivel de riesgo. El resultado fue estremecedor. Al menos cinco aulas y las direcciones deben ser derrumbadas de manera inmediata y el resto del plantel no es apto ya para su uso.
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Por lo anterior, durante la semana pasada y la presente, los alumnos tomaron clases a la intemperie, pues a pesar de que el pasado lunes 27 llegaron a la escuela las aulas portátiles, éstas aún no han sido totalmente instaladas, proceso que de prevé concluya a principios o mediados de la próxima semana, según estimó personal que lleva a cabo la instalación.
Debido a que sólo están siendo instaladas siete aulas portátiles, se desconoce qué pasará con los cinco grupos restantes, pues éstos podrían seguir tomando clases a la intemperie, en tanto la Delegación Regional de Servicios Escolares (DRSE) determina si los reubica a una sede alterna o continúan en espera de poder ocupar algunos de los salones que pudieran ser aún utilizados.
