Efectos de ‘mar de fondo’ afectan hasta en un 70% las ventas a palapas en Boca de Tomates

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Los pescadores también se reportan pérdidas, debido a que no han podido hacerse a la mar por el mal temporal; esperan que el tiempo mejore

Los efectos del mar de fondo que se presentan sobre la costa de la Bahía de Banderas, ha generado afectaciones de hasta un 70% en las ventas de las palapas instaladas en la playa Boca de Tomates, municipio de Puerto Vallarta, según dieron a conocer los propios comerciantes de la zona.

Tres semanas

Al respecto, Susana Gallo Cisneros, propietaria de una de las 10 palapas instaladas en la playa ubicada en las inmediaciones de la desembocadura del Río Ameca, explico que en las últimas tres semanas, tiempo en que se han acentuado los efectos del mar de fondo en la bahía, las ventas en su restaurante, como en las de sus demás compañeros, han disminuido considerablemente.

“Imagínese, antes al día teníamos unas 10 mesas (con comensales), pero ahora sólo nos llegan unos dos o tres”
Susana Gallo Cisneros, restaurantera de la playa Boca de Tomates

Gallo Cisneros describió que al haber marejadas muy fuertes que llegan hasta la zona donde se encuentra los establecimientos, genera desconfianza entre los comensales, quienes optan por retirarse.

Cabe destacar que el viernes “El agua nos llegó 5 de octubre, los efectos del mar de fondo generaron un fuerte oleaje en la zona al grado que el agua se llevaba las sillas y meses de plástico con las que cuentan en su restaurante.

‘Rolan’ descansos

Debido a las bajas ventas, Gallo Cisneros se ha visto en la necesidad de descansar a parte de sus trabajadores, a efecto de poder hacer frente a la situación. “Un día descansamos unos, al otro día a otros para no tener que descansar a todos y así poder tener un poco de dinero”, agregó la integrante de la tercera generación de ‘palaperos’ instalados en esta zona de Puerto Vallarta.

La mujer, así como otros comerciantes del lugar, coincidieron en que sus mayores pérdidas son por la ‘merma’ que se genera, debido a que en el sitio no existe servicio eléctrico, por lo cual aquellos víveres que no logran refrigerar, entran en descomposición, “sobre todo la verdura, el aguacate, el jitomate, es de lo que más se nos echa a perder”, detalló.

A pesar de las bajas ventas y las ‘mermas’, Gallo Cisneros y los más de 100 familias que dependen de esta zona económica de la playa vallartense no se ‘echan para atrás’ y esperan que el temporal mejore y con ello sus ventas. “Seguimos de pie y eso nos da las esperanzas de seguir adelante”, agregó doña Susana.

No pueden hacerse a la mar

Por su parte, pescadores de la zona también dieron a conocer que debido a los efectos del mar de fondo no han podido salir a pescar de manera rutinaria como lo han hecho durante varias décadas.

Debido al fuerte oleaje, las pequeñas embarcaciones (pangas) corren el riesgo de ser volcadas por las olas, algunas de ellas que alcanzan hasta los dos metros de alto o más, por lo cual los pescadores optan por no hacerse a la mar y esperar que el tiempo mejore.

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