Las estructuras publicitarias impiden el libre tránsito peatonal y ponen en riesgo a miles de personas diariamente.

Caminar por la banqueta de Macroplaza, por la Francisco Villa, es un acto poco menos que imposible y a pesar de las constantes quejas y denuncias ciudadanas, la autoridad no ha puesto en orden a la empresa que coloca los anuncios publicitarios en los parabuses.

Este lugar es intransitable para quienes tienen la facultad de caminar sin problemas, pues las placas con publicidad abarcan todo el ancho de la banqueta.

Pero el principal problema llega cuando una persona quiere caminar por ahí en muletas, con carriola, o pretende cruzar en silla de ruedas.

Los 30 centímetros que hay entre la estructura y la calle son insuficientes y, sí o sí, la gente debe bajarse al arroyo vehicular para poder seguir su camino.

Esta acción es sumamente riesgosa, pues por ahí pasan miles de vehículos y camiones por día y muchos de ellos van por la lateral para ingresar al centro comercial.

Estas placas publicitarias también dan problemas en otros puntos de la ciudad, pero no tan graves como en macroplaza y parece que la autoridad espera una desgracia para poner orden en el sitio.