La alcaldesa ha metido a familiares directos a cargos altos, con sueldos jugosos, dejando de lado cualquier valor que Morena promueve a nivel nacional.

El nepotismo es uno de los grandes ‘males’ de la política mexicana, sin embargo, sin importar el partido en el poder, sigue siendo una práctica común y en Bahía de Banderas, está más presente que nunca.

La alcaldesa, Mirtha Villalvazo Amaya, ha metido a la nómina municipal a una buena cantidad de familiares directos, con sueldos nada despreciables y, aunque se le ha señalado por esto, parece no importarle.

El caso más sonado desde que inició la administración fue el del Secretario General del Ayuntamiento, Abad Jiménez Lozano, pariente segundo de la alcaldesa y pieza fundamental en el cabildo, sitio donde se toman las decisiones en Bahía.

Pero este caso no es el único y, aunque no todos aparecen en las nóminas, hay varios parientes cercanos a Mirtha que dan órdenes y laboran en el ayuntamiento.

El cuñado de la alcaldesa, Daniel Pelayo Contreras, pareja de la hermana de Mirtha, Perla Yadira Villalvazo Amaya, es Director de Servicios Públicos; se suma la sobrina Alejandra Gómez como jefa de nóminas y Miguel Carrillo, subdirector comercial de Oromapas.

También indican trabajadores del ayuntamiento que la hermana de la presidente, Perla Yadira Villalvazo Amaya da órdenes en el área de Desarrollo y Bienestar y su propia hija, Andrea Villalvazo, gira instrucciones en el área de padrón y licencias.

Todos estos casos son acreditados con las nóminas en transparencia y con diversas fuentes al interior del XI ayuntamiento, que desde que inició labores, ha generado más polémicas por la forma en que se conducen las autoridades que por el trabajo que se ve en las calles.