En las últimas semanas, han asesinado a varios repartidores del producto y, por tercer día consecutivo, hubo desabasto en la capital guerrerense.

El crimen organizado ha golpeado al sector productivo en Chilpancingo, Guerrero, al grado de que las pollerías no tienen producto.

Y es que en las últimas semanas, diversos ataques a los repartidores de pollo han generado miedo, que deriva en abandono de trabajo y, por ende, escaces del producto.

En los mercados municipales se pueden apreciar los establecimientos vacíos, con los mandiles colgados y algunos con letreros de que, por seguridad y escaces, estará suspendida la venta de pollo.

La gobernadora, Evelyn Salgado, se comprometió a regularizar el abasto de este alimento, sin embargo, se presume que la célula criminal de ‘Los ardillos’, que buscan controlar la zona, tiene amenazados a los comerciantes.

El crimen organizado sigue ganando terreno en Guerrero, y prácticamente todo el país, y las afectaciones ya llegan hasta la canasta básica.