Pese a la numerosa comitiva que acompañó a la alcaldesa interina Lía Díaz de León, el stand de Bahía de Banderas se vio totalmente falto de productos y artesanías, promocionando únicamente gorras, bolsas y algunos termos con la marca del municipio.
En la reciente edición de la Feria Nayarit, la representación de Bahía de Banderas dejó mucho que desear. La alcaldesa interina Lía Díaz de León, acompañada de una numerosa comitiva, presentó un stand carente de creatividad y atractivo. Con bolsas, gorras y termos como productos destacados, la participación del municipio más próspero de Nayarit fue una decepción.
El único producto que logró captar algo de atención fue el camarón seco, tradicional del estado. Este modesto stand contrasta fuertemente con la pompa de la comitiva de Díaz de León, que incluyó casi a todo el cabildo, compuesto por diez regidores, y otros distinguidos invitados.
En comparación con las ediciones pasadas, la diferencia es notable. La ahora innombrable morenista Mirtha Villalvazo solía asistir con un equipo reducido, según decía, por temas de “austeridad republicana”, pero con una cantidad muy variada de souvenir que distan mucho de los artículos de este año, donde desafortunadamente la abundancia de acompañantes no se tradujo en una presentación digna.
Aunque es sabido que la Feria Nayarit en California sirve más como pretexto para la diversión de los políticos que como un espacio para iniciativas productivas, se esperaba que el Ayuntamiento de Bahía de Banderas ofreciera algo más que productos promocionales disponibles en cualquier empresa de serigrafía y sublimación, pues es el momento en que los nayaritas radicados en Estados Unidos adquieran productos de su tierra. La expectativa era alta, pero la realidad, como casi siempre, fue una decepción.