Por: Alan Yamil Hinojosa.
A ocho meses de creado el Observatorio Integral de la Región Turística de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas –una iniciativa de universidades como la UdeG y empresarios– ya se cuenta con los primeros resultados de encuestas aplicadas en julio-agosto y noviembre de 2016, enfocadas a la oferta y demanda turísticas, y temas urbano-territoriales.
Uno de los hallazgos muestra que en la región de Bahía de Banderas –de Jalisco y Nayarit, respectivamente–, uno de cada cuatro turistas renta casa o habitación por plataformas digitales, señala el investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), doctor Alfredo César Dachary, coordinador del observatorio.
Aunque esta modalidad representa una buena opción para el consumidor, es competencia desleal para hoteles, que tienen planta laboral, pagan impuestos, requieren licencia de operación y certificaciones, considera el especialista del CUCosta, doctor José Alfonso Baños Francia.
“No se trata de castigar esta modalidad de negocio (virtual), simplemente ver si hay alguna posibilidad de que en las comunidades esta modalidad de hospedaje deje algún tipo de retribución”, dice.
Por ejemplo, se renta un departamento por internet en dólares, de un norteamericano a otro y a la comunidad no le deja beneficios económicos, añade Baños Francia.
En varias ciudades de Estados Unidos, como Florida y Miami, la industria hotelera tiene conflicto con apps como Airbnb.
Incluso en México, hoteleros y dependencias gubernamentales plantean que quienes rentan hospedaje paguen impuestos.
Otros datos del observatorio muestra que ambos municipios se consolidan como destinos familiares para el mercado nacional durante verano, en tanto que en invierno se enfoca más al segmento “boda/romance/luna de miel”.
En esta zona, como en otras de México, el turismo nacional desempeña un papel importante, y aunque los bolsillos de los mexicanos se han visto mermados, esto no implica una restricción para vacacionar.
Sobre los visitantes, destaca que el mexicano viaja “en familia, ese es el grupo mayor; el extranjero, generalmente, de la segunda y tercera edad, va solo o en pareja, con familia excepcionalmente”, comenta César Dachary.