El hecho ocurrió en las inmediaciones del parque acuático ‘Aquaventuras’ en Bahía de Banderas
Por: Milton Colmenares. Argumentando desconocimiento del procedimiento a seguir en el ámbito estatal, personal de la agencia del Ministerio Público radicada en Jarretaderras, municipio de Bahía de Bandera, no le recibió la denuncia a la conductora de Uber que fue intimidada el sábado pasado por taxistas de esa entidad.
En contra de sus garantías
A decir de Samantha (N), chofer de Uber en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, este lunes 3 de julio acudió ante la agencia del Ministerio Público a denunciar el hecho, sin embargo el personal de la Fiscalía General del Estado de Nayarit le negó el derecho constitucional al acceso a la justicia.
La demandante narró que el personal de la agencia (a cargo del Ministerio Público Alberto Ismael Ruiz Orozco), le rechazó la querella, argumentando desconocimiento del procedimiento a seguir en el ámbito estatal.
“No quisieron proceder con ninguna denuncia o demanda. Yo llevaba todos los datos del que más nos estuvo agrediendo, el que me amenazó. Me dijeron que me esperara al jueves para ver cómo están actuando en Tepic y que me iban a tener una respuesta”, explicó la agraviada.
“Lo que yo he visto es que las autoridades no están en contra ni a favor, están dispuestos a apoyar en cuanto empiezan los problemas, llega tránsito para evitar que haya una confrontación mayor, pero ahorita que fui a hacer la denuncia no supieron que hacer”, añadió.
La agresión
De acuerdo al testimonio de la afectada, el sábado pasado acudió a realizar un servicio que le solicitaron desde el parque acuático ‘Aquaventuras’, sin embargo, un grupo de taxistas le impidieron realizarlo, tapándole la salida del sitio y pidiéndole, de manera agresiva, que bajara a la mujer y los 3 infantes a los que había recogido.

Unos de los supuestos agresores fue captado en fotografía. Fotos: Especiales
Este hecho generó una movilización por parte de taxistas tradicionales y personal de Uber, sin embargo, no llegó a las agresiones físicas.
“Me dijeron que ya me habían visto en Bucerías, que me tenían identificada. Le tomaron fotos a mi carro, a mis placas, me amenazaron con llegar a otras instancias porque lo que hago no está permitido”, narró Samantha.
A pesar del mal momento, lograron retirarse del lugar después de 30 minutos. Este suceso motivó a la agredida a presentarse en las instalaciones de la fiscalía en Jarretaderas para denunciar a los taxistas, plenamente identificados, sin embargo, no le recibieron la denuncia porque el personal no tiene conocimiento del proceder ante esta situación.
Por último, aseguró que no quitará el dedo del renglón para sentar el precedente y así, los otros choferes de Uber que sean agredidos, física y verbalmente, hagan lo propio y se puedan defender de manera legal.
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