El huracán que alcanzó la categoría 5 embistió la ciudad causando daños valuados en millones de dólares
Por: Milton Colmenares. El viernes 25 de octubre del 2002 Puerto Vallarta fue embestido por un huracán que dejaría una marca imborrable, tanto en la infraestructura de la ciudad, como en la mente de los vallartenses que, con asombro, veía como su hogar era vulnerable ante la furia de la naturaleza.
‘Kenna’ fue un meteoro que alcanzó la categoría 5 durante, y a pesar de que esa furia fue muy corta, al tocar suelo vallartense lo hizo siendo categoría 4.
Éste fue el tercer huracán más poderoso del que se tenga registro en el Pacífico, únicamente detrás de ‘Patricia’ en 2015 y ‘Madeline’ en 2016.
Aquella mañana del 25 de octubre, olas de hasta 6 metros destruyeron todo a su paso. El agua marina llegaba hasta 3 cuadras arriba en el primer cuadro de la ciudad y las pérdidas de calcularon, semanas después, en aproximadamente 10 millones de dólares.
El impacto de las olas fue tal, que el malecón de la ciudad se debilitó y quedó inservible, por lo cual fue necesario que fuera reconstruido. Es cierto, el malecón se reconstruyó años después, pero era urgente desde 2002.
Puerto Vallarta, sitio protegido por la Sierra Madre Occidental ante este tipo de eventos hidrometereológicos, fue el blanco perfecto para Kenna.
La gente, acostumbrada a las “falsas alarmas” y al “aquí no pasa nada”, se quedó atónita al ver que, efectivamente, sí estaba pasando algo.
Ese viernes por la mañana marcó un “nuevo rumbo” en la ciudad. La protección civil tomó más fuerza, la incredulidad bajó considerablemente y, aunque somos afortunados de no haber vivido otra experiencia similar en 15 años, ya no somos ese pueblo confiado que paga por inexperiencia.
¡Felices 15 años Kenna, vuelvas jamás!



