Esta actividad está regulada, sin embargo, continúa la compra-venta ilegal y cuesta 50 pesos cada tablón, muchas veces robado.
Todos los días son decenas de personas que intentan recuperar placas perdidas o robadas y prueba de ello es la gran cantidad de reportes en redes sociales y muchas de estas terminan, clandestinamente, en mercados municipales.
Los comerciantes tienen regulaciones a la hora de comprar placas para hacer recuerdos de Puerto Vallarta y muchas de ellas no son siquiera de esta ciudad, no obstante, el comercio clandestino no ha parado.
De acuerdo a una investigación hecha por este medio de comunicación, hay personas que llevan a vender hasta 10 placas por día y aunque la transacción no se hace públicamente para evitar problemas, el monto de compra de estas placas supera los 400 pesos.
Cada unidad cuesta 50 pesos y no es necesario especificar si es dada de baja, perdida o robada; el precio al ‘mayoreo’ es menor.
Para los ciudadanos, perder una placa significa un gasto superior a los 1500 pesos, además de un proceso burocrático para darlas de baja y que te puedan asignar otro par.
Pero en la clandestinidad, 2 placas de un mismo vehículo cuestan solo 100 pesos, es decir, el daño-beneficio es contrastante.
Cualquier persona que sea sorprendida comprando o vendiendo placas en la vía pública puede ser reportada para conocer el proceder de estos tablones, pero poco ha podido hacer la autoridad para bajar la incidencia de esta práctica.