Ruptura o acomodos al interior de Morena

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Rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, el partido político Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta un escenario de ruptura por los movimientos de las llamadas «corcholadas» que son personajes cercanos a él quienes sueñan con ser el candidato Morenista a la silla presidencial.

La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, lo anunció y lo cumplió, en su programa semanal El Martes del Jaguar presentó una conversación que sostuvieron por whatsapp en diciembre de 2020, el senador Ricardo Monreal y el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, en el que se revela que el tricolor pedía apoyo para que no se inmovilizaran sus propiedades, y también mencionaron las elecciones de Zacatecas en las que «pusieron una candidata de coalición sólo para cumplir la cuota de género».

Ante esto, el senador advirtió que analizará si entabla acciones legales en contra de Layda Sansores, y lamentó que esto puede generar una fractura en el partido que a nadie le conviene rumbro a los próximos comicios.

El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a la unidad en el partido y dijo que son de mal gusto las acciones de la gobernadora, aunque lo minimizó diciendo que la gente se da cuenta y no cae en esos juegos.

Lo cierto, es que detrás de todo esto hay muchas lecturas, primero, las «calenturas» de morenistas como Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum quienes se aferran a ser el candidato, Ricardo Monreal que se quiere salir del redil al ver pocas oportunidades, incluso, algunas versiones periodísticas señalan que Layda Sansores está haciendo el «trabajo sucio» que le encargó AMLO, para no ver afectada su imagen y luego hacerse el que no está de acuerdo o no sabía.

En medio de todo esto, se encuentra la situación de Jalisco, donde la inseguridad está marcando la agenda política y con el reciente asesinato del ex jefe de Gabinete, Salvador Llamas, sirvió para ataques mutuos entre diputados federales de MC y de Morena en el Congreso de la Unión.

La Fiscalía estatal dejó entrever que la ejecución tuvo que ver con nexos con el crimen organizado, algo cada vez más común con personajes de Morena, y de nueva cuenta, el presidente mexicano López Obrador se dice sorprendido cuando salen estos temas.

Algo claro es que apenas estamos viendo la punta del iceberg que se viene conforme se acerquen las temporadas electorales, y con las filtraciones del Guacamaya Leaks todos los bandos tendrán demasiado material para usar en contra de sus adversarios en los que se prevén como los comicios más sucios y manchados de sangre de la historia moderna de México.

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