Se suele decir que el futuro de las cosas estará en regresar al pasado y con la política parece que será igual. Por lo menos así lo muestran los contendientes a presidencia.
¿Por qué lo decimos? Porque el temor de regresar a la época del “dedazo” es cada vez más palpable en las “corcholatas” que aspiran a tomar el máximo cargo gubernamental en el país.
Dicen que para ser hay que parecer y con las frecuentes declaraciones de todas las diferentes “corcholatas”, la gente puede sentirse obligada a pensar si regresaremos a los tiempos y acciones que fueron tan fuertemente criticadas por Morena y sus políticos. Es decir, la sucesión será designada por el presidente como en los tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Hay que recordar que se le decía “dedazo” por las características autoritarias del régimen del PRI, que gobernó nuestra nación desde 1929 hasta el 2000. Ese tiempo se caracterizó por ser el presidente saliente quien elegía a su sucesor y tal parece que mostrarle amor y cariño al mandatario será el punto de lanza para tomar ventaja en la carrera electoral.
Todos los aspirantes vienen comportándose como tal y prueba de ello es que desean halagar al presidente antes de convencer al pueblo del porqué son ellos los idóneos para ser el sucesor.
¿Volveremos al pasado?