De la nada vemos caras conocidas y poco conocidas en las paradas de transporte público, en mantas colgadas sobre las avenidas o bien nombres que aparecen en bardas y que dejan ver que no es más que el preludio de las campañas que se avecinan.
Este 2024 se llevarán a cabo las elecciones para elegir presidentes municipales, diputados, senadores y en el caso de Jalisco, al próximo gobernador, sin mencionar que también está en juego la Presidencia de México y el mejor síntoma de que el proceso electoral ha dado comienzo es la propaganda política en cada rincón de la ciudad.
La propaganda política se ha vuelto un síntoma inconfundible de que los políticos despiertan de su letargo de dos años y comienzan a prepararse para una nueva contienda. Bardas con nombres de personajes conocidos, otros menos familiares y algunas sorpresivas propuestas de actores políticos nuevos que han salido de la nada y que incluso aspiran a puestos de altos escaños.
Estos anuncios, lejos de generar en los ciudadanos un sentimiento de apoyo, nada más hacen que te caiga mal el candidato por considerarse excesivo el uso de recursos en propaganda que en nada abona al bienestar de los ciudadanos y que solo causan un impacto visual del todo desagradable.
Aunque el 2 de junio del 2024, fecha en que se llevaran a cabo las elecciones, aún parece una fecha lejana, los políticos no pierden el tiempo con estos actos bastante anticipados de campaña política, demostrando que no respetan los tiempos electorales.
Otros más, no pintan su nombre, pero sí se muestran con un altruismo ‘desinteresado’ con dádivas que te hacen cuestionar la procedencia de los recursos y si en algún momento esto será un ‘dar y quitar’, porque en el mundo de la política, lo único claro es que nada es completamente gratuito para el ciudadano.
F.V.