Se llevó a cabo la marcha por el Día Internacional de las Mujeres en Puerto Vallarta, la cual inició en el Parque de las Mujeres y concluyó en Los Arcos del malecón.
Ahí se escucharon varios discursos de mujeres, pero hoy quiero escribir del que escuche de Rosa Arenas Maya, hija de Esther Maya quien lamentablemente fue víctima de feminicidio en el 2017.
Rosa Arenas inició agradeciendo el apoyo de las personas que estuvieron con ella cuando sucedió lo de su mama, así como el de Sandra Quiñones quien la acercó al Colectivo Mujeres Puerto Vallarta.
En palabras de Rosa Arenas, gracias al colectivo se les brindó la reparación del daño a la familia, la cual ha sido la primera en Puerto Vallarta en recibir justicia después de seis años.
Entre los obstáculos que dijo tuvieron que vivir a lo largo de este camino fue la indiferencia e incompetencia de los trabajadores de la Fiscalía.
Y finalizó diciendo:
“Mi mensaje para todos es simple, es poderoso: familias, nunca dejen de luchar por sus derechos y los de sus seres queridos. No nos la van a regresar. Hoy más que nunca es fundamental apoyar a nuestras madres, a nuestras hijas, a nuestras hermanas, a nuestras tías, a todas las mujeres en búsqueda de justicia y equidad. Juntas podemos construir un mundo más justo y seguro para todas”.
Su discurso me recordó una frase de Eduardo Galeano: “El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”.
