Elena Larrea, reconocida activista en defensa de los derechos de los animales, fue despedida con un sentido homenaje en Cuacolandia, donde su cuerpo hizo una parada para despedirse de sus queridos caballos.
En una emotiva ceremonia a puerta cerrada, Cuacolandia se vistió de luto para rendir tributo a Elena Larrea, reconocida activista que dedicó su vida a la defensa de los derechos de los animales, con especial devoción hacia los caballos. Ayer por la tarde-noche, el cuerpo de Larrea hizo una parada en este santuario, acompañado únicamente por familiares y amigos cercanos.
El cortejo fúnebre, en una carroza, ingresó al recinto para que el cuerpo de la activista fuera colocado en el lobby del lugar. Testimonios visuales compartidos por algunos asistentes revelan que el féretro, adornado con arreglos florales, estuvo rodeado por la presencia de uno de sus amados caballos, simbolizando así su profundo lazo con estos nobles animales.
@.azulolivac Despidiendo a la reina como se merece ✨🐴🤍 te amo amiga #elenalarrea #cuacolandia #dep #teamo #dioscontigo #mujerchingona🙌🏽 #amor #amistad #mujeres ♬ sonido original – Junior Brown
En horas de la madrugada, el cuerpo de Elena Larrea fue nuevamente trasladado en la carroza, dando paso a su última morada, en un emotivo adiós a quien a sus 31 años dejó una huella imborrable en la causa animalista.
Larrea, reconocida también como influencer, congregó a una comunidad de más de 400 mil seguidores en las redes sociales, donde documentaba sus rescates y la rehabilitación de animales bajo su cuidado. Los gastos de Cuacolandia, el santuario que fundó, eran sustentados mediante donativos en línea, visitas al lugar para observar a los animales en libertad y sin maltrato, así como los ingresos generados por su contenido en OnlyFans, plataforma que utilizó como una vía más para financiar su causa.
Su activismo trascendió las redes sociales, colaborando con el Movimiento Animalista de Puebla (MAP) y Bienestar Animal en la lucha por la justicia animal. Uno de los hitos más destacados fue su participación en el caso de Mila, una potranca víctima de abuso sexual y maltrato. Gracias a la presión ejercida por Larrea y sus compañeros activistas, se logró la tipificación de la zoofilia como delito en el estado de Puebla, un logro significativo en la protección de los derechos animales.
Aunque su lucha no concluyó a nivel nacional, el legado de Elena Larrea permanece vivo en la memoria de quienes comparten su pasión por el bienestar de los animales, inspirando a seguir adelante en la búsqueda de un mundo más justo y compasivo para todas las criaturas.
