La madrugada del martes, talaron un pino de casi un siglo de antigüedad que se encontraba dentro del terreno de la iglesia Nuestra Señora de la Paz, la cual se encuentra en proceso de reconstrucción, presuntamente por el equipo que trabaja en la construcción de la nueva parroquia.

El ejemplar, de más de 20 metros de altura, fue encontrado al amanecer tendido en el área de obras, dejando únicamente un tronco de menos de medio metro. Los vecinos denunciaron el hecho como un “cruel ecocidio”, ya que aseguran que la tala se realizó en secreto, mientras la población dormía.

Hace cinco meses, la comunidad ya había protestado para impedir su derribo, luego de que se anunciara la demolición de la antigua iglesia y la construcción de una nueva, más moderna, con estacionamiento. En ese entonces, la presión ciudadana logró que el Gobierno Municipal interviniera para detener la tala.

Las autoridades informaron entonces que el pino sería evaluado por Protección Civil municipal y estatal, debido a una supuesta inclinación que representaba riesgo. Se aseguró que no sería intervenido hasta contar con un dictamen oficial que justificara su reubicación o conservación.

Sin embargo, hasta la fecha no se ha presentado ningún dictamen que autorice su tala, y ninguna autoridad municipal ha emitido un comunicado sobre lo ocurrido, lo que ha generado indignación entre los habitantes de Bucerías, quienes lamentan la pérdida de un símbolo natural de la zona.