La llamada ‘Refundación de Jalisco’ tiene uno de los encargos más grandes en la historia de nuestro país, hacer resurgir al estado más productivo de México.
Lunes 21 de enero de 2019, 14 horas. Enrique Alfaro Ramírez ya recorrió varios puntos de Puerto Vallarta que fueron, literalmente, olvidados por la administración de Aristóteles Sandoval. La podredumbre, escaces y abandono son palpables y, entonces, la palabra ‘refundación’ adquiere su verdadero significado.
No quisiera ser yo el que esté en los zapatos de Alfaro; no quisiera ser yo el abanderado de un movimiento tan desgastante; no quisiera ser yo quien levante la piedra, por el miedo a encontrarte con la venenosa basura que se ha acumulado por sexenios y que todos la ignoraron.
En su paso por el hospital regional, donde los pasillos son bodegas y los consultorios son viles cuartos sin material digno, Enrique Alfaro se golpeó con una realidad que ni él está seguro de poder afrontar, aunque su discurso diga lo contrario. Por eso, de buenas a primeras, prometió llevar 30 millones de pesos para mejorar todo, sin especificar por donde va a empezar.
Luego, fue llevado al inconcluso rastro municipal (hay que recordar que el otro rastro, el antiguo, fue dado a empresas privadas en la administración del fundador de Movimiento Ciudadano en Puerto Vallarta, Ramón Guerrero ‘El Mochilas’). Ahí, Alfaro corroboró el abandono del puerto. Obra negra, aunque ya muy avanzada, a la que también prometió le inyectaría recursos para echarla a andar.
Pero por si esto no fuera poco, también lo llevaron al puente Federación, o donde debería estar. Una carretera que conecta a los poblados interiores de Bahía de Banderas con Ixtapa. Esa vía ahorraría hasta 45 minutos para pasar de San José al Pitillal, por decir un ejemplo, pero que ‘únicamente’ requiere 450 millones de pesos para finalizarla. Adivinen qué, también se comprometió a finalizarla.
Si sacamos cuentas rápidas, Enrique Alfaro se comprometió, en su primera visita oficial como gobernador a este municipio, a destinar casi 500 millones de pesos en solo 3 obras, sin contar el macrolibramiento, que asegura sigue en pie, la finalización de la comisaría, el arreglo de las laterales de la avenida de ingreso, la regularización del Estero El Salado, la colocación de cámaras de videovigilancia y muchos otros proyectos que se quedaron a medias.
Pero como prometer no empobrece, debemos preguntarnos: ¿de dónde va a sacar todo ese recurso, si el gobierno federal anunció reducciones importantes en el presupuesto a los estados?
Por eso no quisiera estar en los zapatos de Enrique Alfaro, porque prometió tanto a casi 400 mil vallartenses que, en caso de no cumplir, se volverían en su contra en apenas sus primeros años de gobierno.
Veremos, más pronto de lo que usted cree, si mas rápido cae un hablador que un cojo, o si la ‘refundación’ se vuelve una realidad