Sillas vacías y poca gente en la gradería, marcaron la sesión solemne por el aniversario del municipio.
Durante la tarde de este viernes 31 de mayo, en el marco del 101 aniversario de Puerto Vallarta como municipio y 51 aniversario desde que se le elevó a categoría de ciudad, se llevó a cabo la sesión solemne y la entrega del premio Vallarta, pero, a diferencia de otros años, la afluencia de gente que nula.
En punto de las 7 de la tarde inició el acto protocolario, protagonizado por el alcalde, los regidores y algunos invitados especiales que fueron colocados en sillas frente a los arcos del malecón.
Fue tal el abandono a esta ceremonia, que ni esos asientos destinados a invitados especiales fueron llenados y los huecos en las gradas eran marcados.
En años pasados, tanto los espacios reservados como la grada del auditorio al aire libre lucían abarrotadas y por ende, la ceremonia era utilizada como botín político para dar una especie de informe de gobierno.
No obstante, parece que al presidente la gente no lo sigue como antes y ninguno de los regidores ha destacado por sus iniciativas que ayuden al desarrollo del municipio.
Sin acarreados, el alcalde no es capaz de llevar 1000 personas a la ceremonia de entrega del premio más importante que se otorga en el territorio vallartense, hecho que comprueba que su popularidad ha caído en los últimos meses.