En la sierra de Jalisco se vende la gasolina más cara del país, pero Profeco ha inmovilizado bombas enfocándose en la capital y municipios aledaños.
Entre enero de 2020 y marzo de 2021, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inmovilizó 817 mangueras en gasolineras de Jalisco, principalmente por irregularidades en la venta de combutibles o por el robo a los consumidores. Las sanciones promedian dos bombas despachadoras clausuradas al día.
La Profeco sumó más de 297 denuncias ante la Fiscalía General de la República contra gasolineras que colocan “rastrillos” en sus bombas para robar a los consumidores hasta una tercera parte de cada litro de combustible que les venden. Esos “rastrillos” permiten que cualquier persona pueda controlar el flujo de la bomba y alterarlo a distancia. Puede estar la persona en Tijuana y la gasolinera en Mérida para consumar el ilícito.
Hay un ejemplo de las irregularidades: la Procuraduría detectó en un establecimiento faltantes que van hasta los mil 387 litros en 15 de los 19 instrumentos o mangueras en una gasolinera ubicada en Tlajomulco de Zúñiga. Tala, Tlaquepaque y Guadalajara también son de los municipios que reportan la mayoría de anomalías.
Mientras tanto, usuarios coinciden en el incremento de los precios de las gasolinas Magna y Premium, a pesar de la competencia de más empresas vendedoras, como Oxxogas, Grupo Gasored, Petro-7, Hidrosina y Redco, entre otras. Los precios marcaron niveles históricos en mayo pasado.