Los terrenos aledaños al Río Ameca, en donde Vidanta hizo y deshizo, fueron completamente cubiertos por el agua y quedaron destruidos.
Grupo Vidanta, el emporio más grande de hoteles en la región, fue completamente arrollado por la corriente del desbordado Río Ameca.
Ni siquiera los millones de dólares invertidos en la creación de una serie de estanques artificiales, en el borde del cauce, pudieron contra la fuerza de la naturaleza.
En un vistazo rápido por la zona, se puede apreciar que todos los campos del grupo están bajo el agua, al igual que los camiones de carga.
Al ser un espacio privado, no se tiene acceso al recuento de los daños, pero deben ser millonarios, pues en esa zona se estaba trabajando velozmente.
La fuerza de la naturaleza pudo más que la fuerza del dinero.