El contraste de la justicia en Puerto Vallarta, Carla Esparza detenida, Luis Michel intocable, las irregularidades en la nómina, como los “aviadores” que se le atribuyen a Esparza, difícilmente pudieron pasar desapercibidas bajo la supervisión de un alcalde.
En Puerto Vallarta, el caso de Carla Esparza, exregidora de Morena y exasesora del ayuntamiento, ha sacudido la opinión pública tras su detención durante la tarde del martes, por presunto peculado.
La Fiscalía Anticorrupción de Jalisco la señala por su supuesta participación en una red de “aviadores” en la nómina municipal y por cobrar como asesora sin presentarse a trabajar. Mientras tanto, el exalcalde Luis Alberto Michel Rodríguez, quien encabezó la administración durante el periodo en que ocurrieron estas irregularidades, permanece intocable, a pesar de enfrentar múltiples investigaciones por desvío de recursos, fraude y enriquecimiento ilícito.
Este contraste plantea una pregunta inquietante: ¿por qué la justicia parece actuar con mano dura contra una exregidora mientras el exalcalde, con señalamientos igual o más graves, no enfrenta consecuencias visibles?
Si bien las acusaciones contra Esparza son graves y, de comprobarse, merecen sanción, el contexto de su detención no puede ignorarse.
Pues Luis Michel, quien gobernó Puerto Vallarta durante el periodo en que ocurrieron los presuntos desvíos de Esparza, parece gozar de una inmunidad inexplicable.
La Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía General de la República investigan al exalcalde por delitos como fraude, enriquecimiento ilícito y uso ilícito de atribuciones, según carpetas como la FED/FEMCC-JAL/0000036/2024.
Sin embargo, Michel no ha sido detenido ni, al parecer, citado a declarar. ¿Cómo es posible que el líder de la administración donde ocurrieron estos desvíos no sea siquiera incomodado?
El contraste es indignante. Mientras Esparza enfrenta las consecuencias de sus supuestos actos, Michel, quien como alcalde tenía la máxima responsabilidad sobre la nómina y los contratos municipales, permanece al margen.
Si Esparza es culpable, ¿acaso Michel no tiene responsabilidad alguna por omisión o complicidad?
La detención de Esparza debe ser un llamado a la transparencia y la rendición de cuentas, pero no basta con castigar a una pieza del engranaje. Si queremos justicia verdadera, las autoridades deben investigar con el mismo rigor a quienes encabezaron la administración, empezando por Luis Michel.