En un gesto que ha encendido las alarmas internas de Movimiento Ciudadano, Alberto Esquer Gutiérrez, jefe de Gabinete del gobernador Pablo Lemus Navarro, asistió al informe legislativo de la diputada federal morenista Merilyn Gómez Pozos, donde no solo guardó silencio ante duros ataques contra su jefe político, sino que levantó la mano de la legisladora en un simbólico gesto de victoria, junto a Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados.
Este hecho ha dejado un “sabor amargo” entre militantes emecistas, quienes cuestionan si la presencia de Esquer —en representación oficial del Ejecutivo estatal— fue un mero protocolo o una señal de deslealtad en tiempos de crecientes tensiones entre MC y el oficialismo federal.
Merilyn Gómez Pozos ha mantenido una relación antagónica con Lemus, en su mensaje Monreal no escatimó críticas al gobernador Lemus, e incluso lo amenazó señalando que le conviene más ser “amigo” de Gómez Pozos.
Esquer, sin embargo, optó por el mutismo y el aplauso, un protocolo que fuentes internas de MC tachan de “sumisión innecesaria”.
Basta recordar que en 2022, Esquer protagonizó un cisma público contra Lemus, llamándolo “traidor” y profetizando el “fin de su futuro político”, solo para reconciliarse y asumir un rol clave en su gabinete tras la victoria electoral de junio de 2024.
Este episodio revive sospechas sobre la lealtad de Esquer, un político zapotlense con un historial de ambiciones frustradas, luego de no quedar como senador y un pragmatismo que lo ha llevado a navegar entre facciones alfaristas y lemusistas dentro de MC.
¿Busca Esquer cambiar de camisa?, como en sus días de Panista donde fue Diputado Federal y alcalde para después ponerse la naranja de MC.
Este “despiste” podría costarle caro, pues en la política jalisciense, las manos alzadas en victoria ajena son el preludio de una derrota propia.
