A diferencia de los conocidos eventos multitudinarios de ‘El Mochilas’, la sede de su segundo informe legislativo no presentó un lleno rotundo
Por: Milton Colmenares
El virus de los informes podría ser llamado pandemia, por la gran cantidad de casos que se registran en el largo y ancho del país y, lamentablemente, Puerto Vallarta no se ha salvado. Es cierto, los personajes que elegimos están obligados a rendir cuentas, pero hay de formas a formas y ahorita explicamos.
Este sábado 21 de octubre, el portador del virus fue el diputado local Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como ‘El Mochilas’.
La Lija, unidad deportiva ubicada en El Coapinole, fue la sede del evento que tuvo las particularidades propias de un mitin de campaña, disfrazado de informe legislativo. Sin embargo, y a diferencia de los conocidos eventos multitudinarios del oriundo de Ayutla, La Lija no presentó un lleno rotundo. Este lugar ha sido el que adoptó el partido Movimiento Ciudadano para hacer sus eventos de inicio de campaña, cierre de campaña, festejos postelecciones y, ahora, informes legislativos, no obstante, la del sábado fue la más raquítica fiesta política en cuanto a presencia de gente.
Se montaron alrededor de 900 sillas sobre la explanada, de las cuales, alrededor de 60 era para invitados especiales; el resto de la gente debía estar parada, cosa normal, sin embargo, los huecos no se llenaban y el semblante de los organizadores iba modificándose minuto a minuto.
El evento político inició a las 7:30 de la tarde/noche (la cita fue a las 5:30 y casi 200 personas disfrutaron del intenso sol que los acompañaba). Era el momento de saber si la plana mayor del partido confirmaba los secretos a voces sobre el candidato para el 2018; Luis Ernesto Munguía, presente, Juan Carlos Anguiano, presente, Alberto Uribe, presente, Moisés Guerra (?), presente… Ismael del Toro, falta, Guillermo Medrano, falta, Dante Delgado, falta, Enrique Alfaro Ramírez, falta.
El mismo equipo del Mochilas había anunciado la presencia de los hombres fuertes, aquellos que tomas las decisiones como si de mover un dedo se tratara, esos que “patearían el trasero” de Dávalos y pondrían el de Ramón Guerrero, los que definirían el futuro inmediato de Puerto Vallarta, sin embargo, ninguno estuvo con Demetrio.
Y la ausencia tuvo, aunque no de manera planeada, resultado positivo. La cara de Mochilas con cada error que tenía Susana Rodríguez, regidora de la actual administración y maestra de ceremonias en los eventos de los diputados, era para enmarcar. El equipo técnico, seguramente, tiene vacantes porque no había una mano que supiera poner los 3 videos que se debían proyectar; incluso, cuando se anunció el primero de ellos, un grito de emoción se escuchó, pero no por el video, sino por la imagen de Pancho Barraza que se abrió en la macro pantalla.
La organización fue garrafal, la producción de los videos, terrible, el audio, desastroso. Qué bueno que no vino Alfaro porque, entonces sí, a Mochilas le hubiera dado algo.
Sin embargo, de panzazo y como pudieron, anunciaron el momento en que el protagonista de la noche tomaría el micrófono. Presentaron a Ramón y, tomando en cuenta que Luis Munguía, diputado federal estéril (en materia legislativa), más o menos leyó sus logros durante hora y media hace un mes en su informe, se esperaba que Mochilas tuviera un largo y nutrido discurso que hiciera olvidar los horrores de la producción. Tampoco fue así.
El discurso duró 11 minutos con 26 segundos. Sí, el diputado tuvo la desfachatez de hacer esperar, bajo el intenso sol, a sus disminuidos seguidores durante 2 horas para entregarles 11 minutos y 26 segundos de “esperanza”.
Duró más la producción en investigar cómo se ponían los videos. Duró más el espectáculo de fuegos pirotécnicos. Duró más la ventaja de Chivas contra el América en el clásico (imposible no mencionarlo). Duró más el avión de EPN aterrizando en Oaxaca. Todo eso tuvo más tiempo que el Segundo Informe Legislativo del Diputado Local por el V Distrito, Ramón Demetrio Guerrero ‘El Mochilas’.
Y no era para menos. Con el enojo que se notaba en la cara de Ramón por todos los errores antes mencionados, el desencanto por saber que su poder de convocatoria no apareció, o ya no existe, y, por supuesto, por no tener el respaldo de sus líderes para ponerlo en la cumbre de una vez por todas, ‘El Mochilas’ quería bajarse lo más pronto posible de ese escenario.
Y eso no quiere decir que Ramón tenga menos posibilidades de desbancar a Arturo Dávalos como candidato al 18 por MC; incluso, es el que parece más aventajado, a pesar de su negro historial y su pésima reputación entre la ciudadanía medianamente informada, no obstante, el sol no se puede tapar con un dedo y la ‘marca Mochilas’ ya no pesa como antes.
Se percibe confianza, rozando a presunción, por parte de su equipo. Ellos tienen claro que es Ramón y que “es cuestión de tiempo” para que se haga oficial. Incluso, aseguran que a Arturo Dávalos se le ofreció la diputación federal como “premio de consolación” y que la rechazó, sin embargo, lo visto el sábado dista mucho de lo que se prometió.
Y mientras los grandes personajes del MC se deciden entre “dios y el diablo”, Puerto Vallarta seguirá pendiendo de un hilo que está a nada de cortarse.
¿Y el informe?

Cierto, había un informe que describir, pero también los medios de comunicación nos quedamos esperándolo.