La falta de mantenimiento en la infraestructura vial de Puerto Vallarta pone en riesgo la vida de conductores y peatones. Alcantarillas colapsadas, bocas de tormenta abiertas y puentes deteriorados son solo algunos de los peligros que enfrentan los vallartenses.
Puerto Vallarta se convierte en un campo minado para conductores y peatones. La falta de mantenimiento en la infraestructura vial, agravada por la inoperante gestión de las administraciones de Luis Michel y Pepe Martínez, ha convertido las calles de este popular destino turístico en auténticas trampas mortales.
Diversos reportes ciudadanos han puesto al descubierto la gravedad de la situación. Recientemente, un vehículo resultó severamente dañado tras caer en una alcantarilla abierta en la avenida Francisco Medina Ascencio, a la altura de Plaza Caracol. A pesar de las evidentes consecuencias, la autoridad municipal ha mostrado una preocupante lentitud en la atención de este incidente, limitándose a colocar un simple cubo de emergencia como señalización.
La avenida México no se queda atrás. Una boca de tormenta completamente colapsada frente a la Unidad Administrativa Municipal ha ocasionado daños a decenas de automóviles y aunque se reporta que lleva más de tres días que fue reportada, parece que la indiferencia de las autoridades ante esta situación es evidente, pues ninguna autoridad ha acudido, dejando a los automovilistas expuestos a riesgos innecesarios.
Los peatones tampoco están exentos de peligro. Un puente peatonal en la avenida Luis Donaldo Colosio, a la altura de la Cruz Roja, presenta un avanzado estado de deterioro. Ante la inacción del gobierno, los vecinos han tenido que improvisar soluciones peligrosas para poder cruzar el puente, utilizando tablas como escalones.
Estos son solo algunos ejemplos de la alarmante situación que enfrenta Puerto Vallarta. La falta de interés de las autoridades han puesto en riesgo la seguridad de los ciudadanos y de turistas, además del dañado a la imagen de este importante destino turístico.
