Del dicho al hecho: Sheinbaum pide no ser el nuevo PRI mientras Morena absuelve ex priístas

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La presidenta Claudia Sheinbaum envió la semana pasada una carta a la dirigencia nacional de Morena pidiéndoles no ser el nuevo PRI; sin embargo, del dicho al hecho hay un largo camino, y es que desde que se fundó el partido guinda no han dejado de afiliarse ex priístas a él. ¿Es Morena acaso una especie de iglesia política que “purifica” de la corrupción a quienes se unen a ella?

 La semana acaparó la atención de los medios y algunos sectores sociales la carta que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió a la dirigencia nacional de Morena, en donde les pedía, entre otras cosas, no convertirse en el nuevo PRI.

Evidentemente esto fue aplaudido por los afines a la 4T, pero del dicho al hecho hay un largo camino, y es que aunque los morenistas se expresen de manera negativa y culpen a “los Prianistas” de lo malo que hay en México; lo cierto es que entre sus filas hay una larga lista de ex priístas y ex panistas. 

Y no se trata de ex Prianistas “limpios” o poco conocidos los que se han pasado al partido guinda, estamos hablando de que hay perfiles que llegaron a aprobar el Fobaproa; que en su momento apoyaron a ex presidentes como Zedillo, Fox, Calderón o Peña Nieto; que cuando ocuparon un cargo público estuvieron envueltos en casos de corrupción; y que incluso, se llegaron a expresar de manera negativa de AMLO y la 4T. 

Alejandro Murat Hinojosa es uno de los casos más polémicos de un ex priísta aceptado en Morena. Viene de una familia relacionada al PRI, su papá (José Murat Casab) y él fueron gobernadores de Oaxaca por el partido tricolor, formó parte del gabinete de Enrique Peña Nieto como director del Infonavit (coincidentemente, cuando en las mañaneras se habla de la corrupción en este organismo se omite su nombre) y los morenistas en Oaxaca tienen una postura negativa respectos a su afiliación. Hasta Luisa Alcalde llegó a pronunciarse en contra de Murat en sus redes sociales oficiales. 

Alfonso Durazo ha sido parte de casi todos los partidos políticos del país, pero se le recuerda más por sus 21 años como priísta y por haber sido el secretario particular de Vicente Fox durante cuatro años cuando fue presidente de la república. 

En un caso más local está el del actual gobernador de Nayarit, Miguel Angel Navarro Quintero, quien gran parte de su carrera política la hizo en el PRI (votando a favor del Fobaproa cuando fue diputado federal en la década de los 90’s) y que tiene algunos señalamientos por presuntamente tener colaboradores en su gabinete que en algún punto lo fueron también del ex gobernador Roberto Sandoval. El ex magistrado Rodrigo Benitez publicó unos documentos en donde aparentemente sustentaría la red de corrupción y la relación entre los gobiernos de Navarro Quintero y Sandoval. 

Y así como ellos, hay muchos otros casos más de ex Prianistas “salvados” por la 4T. Pareciera que Morena funciona como una especie de iglesia política en donde todos los que ingresan a ella mágicamente dejan de ser corruptos y se vuelven servidores públicos ejemplares. 

Ex priístas afiliados a Morena.

Ex priístas afiliados a Morena.

Piden no ser el nuevo PRI, pero Morena pareciera ser más el viejo PRI.

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